En el año 2013 la OMS ya afirmaba que la Violencia de Género es un problema de salud pública, indica que el 35% de las mujeres serían víctimas de violencia por parte del esposo o la pareja; propensas a sufrir heridas graves, adicción al alcohol, depresión y contraer enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y aborto; ante este fenómeno recomienda a los gobiernos adoptar políticas de estado; en este contexto el Perú promulga la Ley 30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar.
La violencia contra la mujer se acrecienta; según denuncias registradas por la Policía Nacional Del Perú [1] en el año 2012 era de 110,845, para el año 2018 aumento a 192,568; y en el caso de las denuncias por violencia sexual, el año 2012 fue de 5,795 mientras que en el año 2018 de 7, 262 denuncias; otro dato alarmante entre los años 2015 y 2019[2], 3 mujeres fueron víctimas de feminicidio cada 10 días según ENARES 2019[3] y el 58,9% de las personas tolera o justifica la violencia hacia las mujeres; evidenciado en los diferentes niveles socioeconómicos la cultura machista arraigada en nuestra sociedad.
Durante la pandemia se visibiliza aún más la violencia contra la mujer, debido a la convivencia en confinamiento, hacinamiento, pérdida del empleo e informalidad, exponiendo a la víctima a la convivencia forzada con su agresor y su entorno familiar; agravando su condición la pobreza y extrema pobreza; y el cese temporal de los servicios de atención y respuesta, convirtiendo a las victimas más vulnerables.
Ante los casos detectados de violencia intrafamiliar en los diferentes servicios de atención, se da cumplimiento a la Resolución Ministerial N° 141-2007/MINSA, que aprueba la “Guía Técnica de Atención Integral de la Persona Afectada por la Violencia Basada en Genero”, en observancia a la normatividad, se constituye en julio del 2015 el “Programa de Protección Integral contra la Violencia de Género (VBG)”.
El Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP), institución que brinda atención especializada a la mujer en salud sexual, reproductiva y al neonato de alto riesgo, ha identificado las siguientes estadísticas Violencia Sexual: año 2015 (4 casos - 1.9%), año 2016 (2 casos - 0.9%), año 2017 (30 casos -13.6%), año 2018 (30 casos – 13.6%), año 2019 (45 casos – 20.5%), año 2020 (39 casos -18%), año 2021 (46 casos - 21%), a 05/2022 (23 casos -10.5%). A la fecha, se reconforma como “Comité Encargado de las Acciones para la Prevención y Eliminación de la Violencia de Género”.
La constancia del trabajo multidisciplinario para la prevención de la violencia contra la mujer, está enfocada en la sensibilización a las pacientes y trabajadores, capacitación, educación y promoción de salud con un manejo oportuno y trato empático.
Durante la “Semana de la Maternidad Saludable, Segura y Voluntaria - 2022”, el Comité de Violencia, priorizó su intervención en base a la alta demanda de gestantes, en la zona el Centro de Salud Huarochiri, con implicancia de los profesionales.
Se articula esta intervención a nivel sectorial e intersectorial (Fiscalía especializadas en violencia de género, Centro de Emergencia Mujer, Comisarias, Centro de salud Mental Comunitario, entre las más importantes), para la atención de los casos identificados.
El Problema (Magnitud y caracterización)
La Violencia contra la mujer en el Perú, ha venido aumentando, según las estadísticas presentadas por el Comité Estadístico interinstitucional de la Criminalidad – CEIC; en el caso del feminicidio para el año 2015 fue de 84 mujeres, mientras que en el año 2020 subió a 137 casos y en el año 2021 fueron 136 casos, en los últimos 4 años (incluyendo enero del 2022 con 17 casos), se han registrado en promedio 3 feminicidios cada semana. Una situación alarmante.
Según el INEI reporta que las denuncias por violencia familiar, según departamento; en el año 2013 son 122,901 y en el 2020 fueron de 238,704. Ocupando Lima Metropolitana el primer lugar con 73, 611 casos, segundo lugar Arequipa 17, 509 casos y tercero Piura con 15, 038 casos.
Considerando la data de los Centros de Emergencia Mujer - CEM, se observa como los casos atendidos fueron incrementándose, en el año 2018 son 133. 697, año 2019 fueron 181. 885, año 2020 son 114.495 y en el 2021 llega a 163. 797; se entiende que en el 2020 hubo una importante disminución de los casos, porque durante la pandemia muchas familias, se quedaron en sus domicilios para evitar el contagio y por lo tanto las mujeres víctimas de violencia, con pocas posibilidades de pedir ayuda.
Además, de enero a abril del 2022, sobre los casos atendidos el 85.3% fueron mujeres y el 14.7 % varones y respecto al tipo de violencia atendida el 45% psicológica, el 39.5% física y el 15.1% fue sexual.
Además, se puede resaltar, las dificultades de acceso de las mujeres a la justicia, bajo porcentaje de condenas y fútiles mecanismos de reparación, sobre todo en los casos de feminicidios, violencia sexual y física.
La violencia de género, tiene mayor prevalencia en el entorno familiar, como en el caso de los feminicidios – Relación de parentesco con el presunto victimario[4] (2018) el 61,6% de las víctimas tenían o habían sostenido una relación sentimental con sus victimarios y un 15% su victimario fue un desconocido.
Indicar tambien que del total de las mujeres que fueron victimas de violencia alguna vez, por parte del enamorado, pareja o ex pareja, según quintiles de bienestar[5], el mayor numero de mujeres (70.3%), se encontraba en el tercer quintil- considerado pobre, en comparacion con un 48.7% que se encuentra en el quinto quintil superior.
En relacion a la ocupacion[6], el mayor numero de victimas de feminicidio, era ama de casa 60,9%, le siguen las estudiantes con 15,2%, y con 8,7% las comerciantes informales.
Aseveramos que este es un problema de salud pública, porque afecta a un gran número de mujeres, como lo evidencian las estadísticas indicadas; además de afectar a sus hijos, no permitiéndoles tener una vida libre de violencia, que es un derecho humano. Agudizándose este problema durante la pandemia, afectando su salud mental.
De acuerdo al trabajo realizado se ha identificado diferentes Tipos de Violencia en el INMP, desde el año 2015 a 2019 se registraron casos de Violencia Sexual, posteriormente desde el año 2020 a la fecha se identifica y atiende los otros tipos de Violencia; asi tenemos como: Violencia sexual 48.7% (219 casos), Violencia Física 7.6 % (34 casos), Violencia Psicológica 23.7 % (106 casos) y
Violencia Económica 20 % (90 casos); cabe resaltar por la misma Misión institucional del INMP[7], las usuarias que acuden a los servicios de salud es por su condición de gestante ó puerpera ó ginecológica; por ello se identifica mayor número de casos en violencia sexual.(Anexo: Tabla 2).
A partir del año 2019 se especifica en los diagnósticos sociales, variables de la Violencia Sexual como; Abuso Sexual, Riesgo de abuso físico /emocional /sexual, Problema con la Supervisión y/o Control Inadecuados De Los Padres. Y si estas variables se dan en menores de 14 años, según la Ley 30364 significa, hay Violencia Sexual. Sin embargo, las usuarias menores de 14 años indican como “Relaciones Consentidas”; por ello en el Registro Estadístico se considera según la Edad precoz de la niña adolescente, gestante o puérpera, se considera el Riesgo de abuso/físico/sexual de menores de 14 años, en la categoría de Violencia Sexual. Más aún cuando los padres permiten la convivencia e incluso de menores de 13 años con pareja que doblan su edad.
[1] INEI-Perú: Indicadores de Violencia Familiar y Sexual, 2012 – 2019.-Pag. 8.
[2] INEI. Publicación feminicidio y violencia contra la mujer. 2015-2019.
[3] Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales –ENARES 2019.
[4] Los feminicidios y la Violencia contra la mujer en el Perú. 2015-2018. Comité Estadístico interinstitucional de la Criminalidad – CEIC. Pag. 31.
“Dar atención especializada y altamente especializada a la mujer en salud Sexual y reproductiva y al neonato de alto riesgo, desarrollando investigación, tecnología y docencia a nivel nacional.